"CAPITULO 3"
Pasó junto al coche de _____ y
se dirigió al suyo Debía irse. Todo había terminado. Se subió al coche y
encendió el motor. No sabía muy bien dónde ir. Tal vez, fuera la adrenalina,
pero no quería irse a casa. Decidió ir a ver a su primo Bram Kaulitz, que era
el sheriff. Aparte de primos, eran grandes amigos.
Al pasar por la comisaría,
pasó de largo. Decidió ir a ver a sus padres. Últimamente discutían mucho.
Siempre que iba a verlos, la conversación acababa con su padre diciéndole «Tom,
dile a tu madre que...» y su madre contestando «Tom, dile a tu padre que me
hable directamente. Hasta que no lo haga, no pienso hacer caso de sus sugerencias...»
No, no le apetecía verlos. ¿
Entonces ?Pasó junto al polideportivo Coyote. De pronto, vio una cara de pelo
cano y ojos inteligentes. Dio la vuelta y se dirigió al sureste, al rancho de
su bisabuelo en el Lago Waurika.
Para ver a George Trumper
había que encontrarlo primero. Exactamente lo que Tom necesitaba para
quitarse de la cabeza a _____ Madison y a la criatura que había tenido entre
sus manos.
Entró
en su propiedad, que llevaba siendo de la familia desde principios del siglo
XX, cuando el gobierno se había dado cuenta de que debía dar una tierra que
labrar a cada comanche. Ciento sesenta acres no era mucho, pero su bisabuelo
tampoco necesitaba mucho para vivir. Tenía gallinas, un par de ovejas y unos
cuantos caballos y perros viejos y leales.
Los
elegantes zapatos con los que iba a trabajar no eran, precisamente, lo mejor
para meterse por los barrizales. Se empapó los pies y pensó que acababa de
tirar doscientos dólares a la basura. Al final, encontró a su bisabuelo en el
lugar donde vio por última vez al coyote que George tenía por su espíritu
guardián.
Tom tenía sangre comanche y
sentía curiosidad por las creencias y las costumbres del pueblo comanche,
pero nunca había recibido la visita de ningún espíritu guardián. Eso no quería
decir que no creyera que George sí lo viera. De hecho, todo lo que su bisabuelo
decía que el coyote le contaba, ocurría.
Cuando estaban llegando a la
casa, George se paró en seco y levantó una mano. Tom se paró y no dijo nada.
—El
coyote me espera. Allí.
Tom
miró y solo vio unos arbustos que se movían.
George
escuchó atentamente.
—El
lobo gris no quiere ver la verdad — anunció por fin.
George se quedó
mirando a su bisnieto tanto tiempo que a Tom se le erizó el pelo de la nuca.
Miró a su alrededor, pero no vio nada. No veía a ningún lobo. No sabía de qué
estaba hablando George. Era imposible que se refiriera a él porque Tom Kaulitz
había entregado su vida en pos de la verdad.
—un
sendero equivocado llevará al lobo al camino adecuado.
No, no hablaba
de él. Él nunca se equivocaba.
—Vamos, he hecho sopa —le dio
George.
Entraron en la casa en
silencio y Tom se quitó los zapatos y los calcetines en la cocina. En lugar de
preguntarle por qué no llevaba camisa, su bisabuelo le prestó una suya. Tom se
la puso y se tomó un plato de sopa de verduras.
Tom siempre había visto a su
bisabuelo anciano y joven a la vez. Había enterrado a tres mujeres, pero, sin
duda, el dolor más grande de su vida había sido la muerte de su hija, la abuela
de Tom. No hablaron del tema. Ambos sabían que solo el tiempo podría curar
aquella herida.
Cuando comenzó a anochecer. Tom
anunció que debía irse.
—Si no tienes ninguna cita,
lobo solitario, quédate.
¿Una cita? Tom se rió por
primera vez en horas.
George encendió el televisor
en blanco y negro y puso las noticias. En aquel momento, a Tom se le quitaron
las ganas de reírse. En la pantalla estaba _____, bellísima. La estaban entrevistando
en el hospital.
—Parece
ser que el juez Tom Kaulitz la ayudó —estaba diciendo una periodista rubia. _____
sonrió y asintió.
—¿Y
qué hacían los dos solos en el edificio? —preguntó la reportera sonriendo
también.
—Bueno,
yo estaba allí porque me dejé las llaves del coche dentro del coche —confesó _____—.
No sé qué haría él. Supongo que trabajar. El hecho es que fue una suerte que
estuviera allí. Todo fue muy rápido. Una suerte. Así, el dolor no duró mucho.
¿Tiene usted hijos?
—Eh,
no...
—Entonces,
olvide lo del dolor —exclamó _____—. ¡Merece la pena! Ya lo verá. Ahora tengo
una niña preciosa.
—Volviendo
al juez Kaulitz...
—¿Qué
pasa con él?
—¿Cómo
se portó en el parto?
—No
me acuerdo muy bien. Estaba ocupada.
—¿Tomó
a la niña en brazos?
_____
asintió.
—Sí,
pero no mucho tiempo porque los médicos llegaron enseguida. Dicen que mi hija
está perfectamente, que es lo importante. ¿Le he dicho que pesa dos kilos y
medio?
—Sí.
¿Ha vuelto a ver al juez Kaulitz desde el parto?
—No
—contestó _____—. ¿Y usted?
—Eh,
no... El juez Kaulitz está ilocalizable. ¿Cree qué la próxima vez que tenga que
vérselas con él en nombre de su cliente tendrá cierto trato de favor hacia
usted?
; —No, el juez Kaulitz es un
hombre muy justo y prudente. Probablemente, ya se habrá olvidado de todo ésto.
La que no lo va a olvidar nunca es mi madre. Ella y mi padre llegarán mañana
desde Chicago.
La niña empezó a llorar
poniendo punto final a la entrevista. George apagó el televisor y se hizo el
silencio. Miró a Tom.
—Si
me hubieras preguntado qué había hecho con la camisa, te lo habría dicho.
George se levantó.
—Un sendero equivocado llevará
al lobo al camino adecuado.
Tom sintió que se le volvía a
erizar el vello de la nuca. De eso, nada. Él nunca tomaba senderos
equivocados. Había aprendido a no hacerlo.
Era un hombre, no un lobo.
Condujo en calma de vuelta a Los Angeles. No dejaba de pensar en _____ y en
su hija, pero se dijo que ya lo conseguiría.
Al llegar a
casa, se dio un ducha caliente. En vaqueros, bajó a la cocina, donde Portia, la
asistenta, le había dejado preparada carne asada para cenar. Aquello de ayudar
a traer al mundo un niño le había abierto el apetito, así que se hizo un gran
emparedado. Lo puso en una bandeja y se fue a su mesa para mirar unas leyes
nuevas.
Se
sorprendió a sí mismo mirando a la nada. recordando lo bien que _____ había
contestado a la periodista. Se preguntó qué tal estarían ella y la niña. Se dio
cuenta de que aquella noche no iba a poder estudiar, así que, tras tomarse el
emparedado, se vistió y salió al coche.
Las Quiero
Bye =)
hey!! esta genial!!! xD a donde va Tom?? -.-´espero que a ver a ____ xD siguela, esta muy bonita
ResponderEliminarclaro que esta buenisima!! ¿pero porque lo dejaste ahi? ¿ira a ver a Tn?? siguela lo mas pronto que puedas :D esta bonita e interesante
ResponderEliminarTom de seguro va al hospital!! Tiene q ir allii..
ResponderEliminarObvio Tamara q me encantaa mucho la fic :D
sigyela pronnto.. Btw cuidate!!
aaawwwv que tierno tom no deja de pensar en ninguna de las dos :-$ siguela pronto porfis ;-)
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