martes, 2 de julio de 2013

Capitulo 13


—¿Te gusta hacer de chófer? — preguntó ___________ sentada en el asiento de atrás del coche de Tom junto con Alisha.

—No me importa. Es lo más seguro para la niña, ¿no?

___________ suspiró. No le veía la cara, pero lo ha­bía dicho con sinceridad.

Alisha estaba encantada, con su chupete y mirando a todas partes, pero su madre estaba muerta de miedo.

—Bueno, Amber, Sophie, Rand, Emily, Bill y Meredith son algunos de los Kaulitz de Califor­nia —dijo refiriéndose a la información que Tom le había dado minutos atrás.

—Exacto.

—Y los Kaulitz de Oklahoma no sabían de su existencia hasta hace poco.

—Ninguno sabíamos nada de los otros.

—Los Kaulitz de Oklahoma son ricos.

—Muy ricos.

Tom le había contado que las dos ramas de la familia habían decidido reunirse en Georgetown para conocerse y hacer una fiesta monumental que había terminado con la boda de su hermano el día de Fin de Año y con secuestro y policía incluidos.

—Tú también eres rico —comentó refirién­dose a los diez millones de dólares que la fami­lia había descubierto en un fondo de inversión tras la muerte de su abuela.

—Sí, aunque menos. Además, no lo sabía­mos.

—No lo vayas diciendo por ahí.

—¿Porqué?

—¿No has oído hablar de las cazafortunas?

Tom se rió.

—No tiene gracia. Yo podría ser una.

—No lo eres.

La miró por el retrovisor. Lo hizo con dulzura y ___________ sintió que se derretía.

—Lo dices muy seguro.

—Eres alegre y extrovertida. La mitad de las veces, trabajas sin cobrar, crees en gente en la que la mayoría no cree. Además, te haces amiga suya.

___________ se derritió un poco más. Rezó para lle­gar pronto porque, de lo contrario, se iba a ter­minar de enamorar de él como una niña antes de cenar.

Menos mal que llegaron antes.

—Muy bien —dijo ___________ mirando la casa en la que había crecido Tom—. Me creo todo lo que me has contado sobre tu familia, pero no quiero que me repitas que la mía es un poco rara.

Simone y Gordon Kaulitz oyeron reír a su hijo mayor desde el porche. Se miraron con las cejas enarcadas, pero no dijeron nada. Se limitaron a bajar para saludar.

 

La cena fue deliciosa. Simone era una excelente cocinera y Gordon, un gran conversador. Por des­gracia, la única con la que no hablaba era con su mujer.

Los dos se volvieron locos con Alisha. A Simone se le había escapado una lagrima y Gorfon le ha­bía dado una palmada en la espalda a Tom.

Simone tenía el pelo negro, con unos lindos ojos cafés, y una bonita sonrisa. Era más baja que ___________, de manos cariñosas, pero firmes. ___________ pensó en la cantidad de niños que habría educado en el cole­gio. Aparte de sus cuatro hijos, claro.

Decidió que había hecho bien eligiendo el nombre de su hija.

Gordon no era tan alto como Tom. Tenía cincuenta y un años y le encantaba hablar.

Alisha estuvo durmiendo la mayor parte del tiempo, así que la cena fue muy tranquila. ___________ se dio cuenta de la tensión que había entre los pa­dres de Tom. No sabía la causa, pero, si seguían hablando, seguro que la averiguaría.

—Estaba todo delicioso —le dijo a Simone—No sabía que hubiera tantos héroes en la familia Kaulitz —añadió mirando a Gordon.

—Siempre me ha gustado que los demás descu­bran nuestras cualidades sin tener que decírselas.

Simone entornó los ojos y apretó los labios. Era una mujer enérgica y expresiva. Gordon era diverti­do. Los dos le caían muy bien. Miró a Tom. No eran los únicos que le caían bien en aquella mesa.

Gordon se dio cuenta de cómo miraba su hijo a ___________. Se puso a hacerle preguntas sobre su in­fancia y ___________ contestó tranquilamente. Estaba tan relajada que no se vio venir las preguntas so­bre el padre de Alisha.

—¿El padre de Alisha? —repitió cual lorito de feria de nuevo con el tenedor en la mano.

—Sí —dijo Gordon metiéndose en la boca un trozo de tarta de manzana.

Simone lanzó a su marido una mirada reproba­dora.

—¿Qué? Todos los niños tienen padre, ¿no?

—Alisha tiene padre, claro —contestó ___________ mirando a Gordon. Era más fácil que mirar a Tom—. No cuenta.

—¿Cómo es eso?

—¡Gordon!—exclamó Simone.

—Hay ciertos temas que son personales.

—No pasa nada —dijo ___________—. La verdad es que Frankie no es un padre tradicional. No está presente en carne y hueso.

—Él se lo pierde —comentó Gordon mirando a la niña.

Simone se puso a recoger la mesa. ___________ vio que Tom la estaba mirando con curiosidad. De súbito y se puso a ayudar a su madre.

—Tom, dile a tu madre que la cena estaba maravillosa y que me voy fuera a mirar el coche.

Tom miró a sus padres. Allí había más de lo que parecía.

—¿Le pasa algo al coche, papá?

Gordon se encogió de hombros.

—No se puede uno arriesgar si se quiere ha­cer un viaje de dos mil kilómetros.

Tom dejó la servilleta sobre la mesa.

—¿Os vais de viaje?

—Quién sabe —contestó Gordon saliendo por la puerta.

Tom terminó de recoger la mesa y fue a ayu­dar a la cocina, pero su madre no le dejó, así que salió a acompañar a su padre.

—Así que ___________ es la definitiva, ¿eh?

—No sabía que se notara tanto.

Gordon no era hombre de andarse con rodeos.

—¿Cuál es el problema, entonces?

—Todavía no lo sé —contestó Tom pensan­do en las contestaciones que ___________ había dado sobre el padre de Alisha.

—Tengo dos teorías sobre cómo tratar a las mujeres—comentó su padre.

Tom se fijó en las dos cabezas que se veían por la ventana de la cocina.

—Ninguna me ha dado resultado —continuó su padre doblado sobre el motor del coche.

Tom negó con la cabeza y se dijo que enten­día perfectamente por qué su madre había deja­do de hablar a aquel hombre.

 

 

—No hagas caso a Gordon. A veces pregunta cosas que no debe —dijo Simone pasándole a ___________ una fuente para que la secara.

—No pasa nada —dijo ___________.

—En ese caso, me atrevo a decirte que no en­tiendo cómo alguien, y menos su padre, es capaz de no caer rendido a los pies de tu preciosa hija.

___________ se quedó mirando la bombilla y se per­dió en sus pensamientos.

—Míralos. ¡Qué guapos son! —estaba di­ciendo Simone cuando ___________ volvió en sí.

___________ asintió. Era cierto. Tom era un hombre guapísimo y ahora que conocía a sus padres sa­bía de dónde venía aquella belleza.

—Afortunadamente, Tom no es tan cabezota como su padre.

___________ secó otro plato.

—Sin ánimo de ofender... ¿Está segura de eso?

Simone sonrió.

—Claro que sí. Como dijo Eleanor Rooseveit, nadie te puede hacer sentir inferior sin tu permiso.

—¿Es por eso? —preguntó __________—. ¿Su ma­rido la hace sentir inferior?

—¿Gordon? No, claro que no. Él no es así.

—Entonces, ¿qué es lo que la está volviendo loca?

En ese momento, Alisha se puso a lloriquear.

—¿Puedo? —preguntó Simone. ___________ asintió y la mujer se secó las manos y agarró a la niña.

—Yo no he dicho que me estuviera volviendo loca.

 ___________ no creía que la madre de Tom fuera a seguir con aquel tema de conversación, pero lo hizo.

—Es como un gato.

—¿Perdón?

—Lo tengo siempre encima. Me sigue en si­lencio sin que yo me dé cuenta. Me doy la vuelta y ahí está. Antes, teníamos conversaciones inte­resantes. Hablábamos de todo, de política, de la pena de muerte, del reciclaje...

___________ sonrió.

—Me encantaba escucharlo —continuó Simone acariciándole la cabecita a Alisha—. Pero me gustaba todavía más discutir con él.

—¿Ya no hablan de cosas importantes?

___________ negó con la cabeza tristemente.

— ¿Y de qué hablan?

 —De casi nada. — Contestó la mujer con un hilo de voz.

—¿Y, aun así, sigue siguiéndola?

Simone suspiró.

—La semana pasada me hizo caer al suelo. Aquello fue la gota que colmó el vaso.

 —¿Qué hizo?

—¿De verdad lo quieres saber? —le preguntó Simone con los ojos llorosos.

—Cuando quiera, pregunte a Tom sobre mis padres. Cada familia es un mundo.

Simone suspiró.

—Me dijo: «Simone, no has estirado bien las sábanas, como hacías antes».

—Madre mía —dijo ___________. Simone asintió con amargura.

—Sí, por lo visto en el ejército le enseñaron a estirar tanto las sábanas que si tiraban una mone­da rebotaba.

—¿Y usted qué le dijo?

—Que si tenía una moneda, claro.

___________ esperó.

—Y la tenía. No te vayas a creer que no iba preparado, el hombre.

—¿Y?

—Le dije que la lanzara.

Simone miró a ___________ a los ojos.

— Se quedó en mitad de la cama.

—¿No rebotó?

Simone negó con la cabeza.

—No. ¿Cómo iba a rebotar? ¿Quién necesita que reboten las monedas en su cama? ¿De qué sirve? Se me quedó mirando con su cara de listo y le  dije que esperaba que, a partir de entonces, él y su monedita fueran muy felices en nuestra cama.

«Por eso, duermen en camas separadas», pensó ___________.

—Esa fue la última vez que hablamos del tema.

___________ pensó que aquella había sido la última vez que habían hablado. En ese momento, entra­ron Gordon y su hijo. Alisha tenía hambre. Para cuando ___________ terminó de darle el pecho. Tom estaba diciendo que se tenían que ir.

___________ se quedó sorprendida cuando Simone la abrazó. Gordon no lo hizo. ___________ se dio cuenta de que Tom no hablaba.

—¿Te pasa algo Tom? —le preguntó ___________ durante el trayecto de vuelta a casa.

—Están peor de lo que creía.

—¿Tus padres?

—Sí. Sky tenía razón. Mi padre lo está pasan­do fatal.

___________ pensó que su madre, también, pero su­puso que Tom ya lo sabía.

—No es tan grave como crees.

—¿Los conoces de hace unas horas y ya sa­bes lo que les pasa? —preguntó Tom atónito, parando en un semáforo.

—Que tu padre le dijo a tu madre cómo tenía que hacer la cama.

—¿Cómo? No creo que eso...

—Tu madre lleva haciendo camas toda su vida, como para que ahora vengan a decirle cómo las tiene que hacer.

—¿Es solo por eso?

—Claro que no.

—Pero si me acabas de decir que sí.

—Tu padre se acaba de jubilar y se aburre, así que se dedica a molestar a tu madre. Necesita un proyecto. A los dos les vendría bien.

—Pero si están jubilados —dijo Tom pensa­tivo—. Debería ser el mejor momento de sus vi­das.

—Todavía están a tiempo —apuntó ___________—, pero necesitan un proyecto de futuro. ¿No me has dicho que los Kaulitz de aquí están pensando qué hacer con el dinero?

Tom asintió.

—¿Quién mejor que una profesora y un mili­tar para administrar esos diez millones de dóla­res con un buen fin?

—¿Te refieres a montar una fundación o algo así? ¡Tienes razón! ¿Quiénes mejor que mis padres? Claro que sí, con ese dinero y su talento, seguro que pueden hacer algo útil. Tal vez, algo para los niños. Se lo voy a comentar a mis hermanos —contestó Tom aparcando de­lante de la casa de ___________—. Eres brillante, buena y preciosa —añadió abriéndole la puerta del coche.

___________ se disponía a sacar a Alisha del coche, pero Tom se le adelantó y la besó lenta, profun­da y apasionadamente. Para cuando terminó, ___________ estaba en las nubes.

—Llevaba toda la noche queriendo hacerlo —dijo él.

Tom agarró a Alisha en brazos y ___________ los si­guió hacia la casa. Tenía que hablar con él. Que­ría que la volviera a besar. Al fin y al cabo, era una mujer.


Chicas... sorry por no haber subido capi antes... pero mi abuelo se había puesto mal.. y tuve que partir al hospital con el.. además que ahora estoy en mis exámenes finales.. y cruzando los dedos.. para poder pasarlos todos con buenas notas... *-* .. y estare asi hasta el 20 de Julio.. ya que por fin estoy por salir de vacaciones... pero tendre que seguir trabajando xd jaja
Espero les guste este capi...
Se me cuidan
Bye =)

PD: Ya tengo lista la otra ficc.. y ya cree el Blog *-* solo me falta terminar esta y empiezo con la otra...

3 comentarios:

  1. Awww me encantoo!!
    Gordon se pasaaa >.<
    sii (tn) ya de una vez acepta a Tom *.* siguelaaa :D

    No estoy muy ansiosa por saber de q tratara

    Cuidateee mucha suerte en tus examenes :P
    bye

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  2. amo a Tom en esta historia *w* es tan super tierno con TN y Alisha que no se me da ese no se que de ternura extrema.
    no te preocupes, sube cuando puedas, mientras sigas subiendo todo excelente ;D
    suerte en tus exámenes y nos leemos pronto
    bye, cuidate

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  3. *-* que lindo el Tomichu!! Siguela!! Ahorita estoy con sueño por eso no ando inspirada pero si lo dejaba para mañana no me iba a acordar! Mejor corto que nada!! Ojala y tu abuelito este bien .. Siguela ya queremos saber de que trata la otra historia ;) adios

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