—¿Te
gusta hacer de chófer? — preguntó ___________ sentada en el asiento de atrás
del coche de Tom junto con Alisha.
—No
me importa. Es lo más seguro para la niña, ¿no?
___________
suspiró. No le veía la cara, pero lo había dicho con sinceridad.
Alisha
estaba encantada, con su chupete y mirando a todas partes, pero su madre estaba
muerta de miedo.
—Bueno,
Amber, Sophie, Rand, Emily, Bill y Meredith son algunos de los Kaulitz de
California —dijo refiriéndose a la información que Tom le había dado minutos
atrás.
—Exacto.
—Y los Kaulitz
de Oklahoma no sabían de su existencia hasta hace poco.
—Ninguno
sabíamos nada de los otros.
—Los
Kaulitz de Oklahoma son ricos.
—Muy
ricos.
Tom le
había contado que las dos ramas de la familia habían decidido reunirse en
Georgetown para conocerse y hacer una fiesta monumental que había terminado con
la boda de su hermano el día de Fin de Año y con secuestro y policía incluidos.
—Tú
también eres rico —comentó refiriéndose a los diez millones de dólares que la
familia había descubierto en un fondo de inversión tras la muerte de su
abuela.
—Sí,
aunque menos. Además, no lo sabíamos.
—No lo
vayas diciendo por ahí.
—¿Porqué?
—¿No
has oído hablar de las cazafortunas?
Tom se
rió.
—No
tiene gracia. Yo podría ser una.
—No lo
eres.
La
miró por el retrovisor. Lo hizo con dulzura y ___________ sintió que se
derretía.
—Lo
dices muy seguro.
—Eres
alegre y extrovertida. La mitad de las veces, trabajas sin cobrar, crees en
gente en la que la mayoría no cree. Además, te haces amiga suya.
___________
se derritió un poco más. Rezó para llegar pronto porque, de lo contrario, se
iba a terminar de enamorar de él como una niña antes de cenar.
Menos
mal que llegaron antes.
—Muy
bien —dijo ___________ mirando la casa en la que había crecido Tom—. Me creo
todo lo que me has contado sobre tu familia, pero no quiero que me repitas que
la mía es un poco rara.
Simone
y Gordon Kaulitz oyeron reír a su hijo mayor desde el porche. Se miraron con
las cejas enarcadas, pero no dijeron nada. Se limitaron a bajar para saludar.
La cena
fue deliciosa. Simone era una excelente cocinera y Gordon, un gran conversador.
Por desgracia, la única con la que no hablaba era con su mujer.
Los dos
se volvieron locos con Alisha. A Simone se le había escapado una lagrima y Gorfon
le había dado una palmada en la espalda a Tom.
Simone
tenía el pelo negro, con unos lindos ojos cafés, y una bonita sonrisa. Era más
baja que ___________, de manos cariñosas, pero firmes. ___________ pensó en la
cantidad de niños que habría educado en el colegio. Aparte de sus cuatro
hijos, claro.
Decidió
que había hecho bien eligiendo el nombre de su hija.
Gordon
no era tan alto como Tom. Tenía cincuenta y un años y le encantaba hablar.
Alisha
estuvo durmiendo la mayor parte del tiempo, así que la cena fue muy tranquila. ___________
se dio cuenta de la tensión que había entre los padres de Tom. No sabía la
causa, pero, si seguían hablando, seguro que la averiguaría.
—Estaba
todo delicioso —le dijo a Simone—No sabía que hubiera tantos héroes en la
familia Kaulitz —añadió mirando a Gordon.
—Siempre
me ha gustado que los demás descubran nuestras cualidades sin tener que
decírselas.
Simone
entornó los ojos y apretó los labios. Era una mujer enérgica y expresiva. Gordon
era divertido. Los dos le caían muy bien. Miró a Tom. No eran los únicos que
le caían bien en aquella mesa.
Gordon
se dio cuenta de cómo miraba su hijo a ___________. Se puso a hacerle preguntas
sobre su infancia y ___________ contestó tranquilamente. Estaba tan relajada
que no se vio venir las preguntas sobre el padre de Alisha.
—¿El
padre de Alisha? —repitió cual lorito de feria de nuevo con el tenedor en la
mano.
—Sí
—dijo Gordon metiéndose en la boca un trozo de tarta de manzana.
Simone
lanzó a su marido una mirada reprobadora.
—¿Qué?
Todos los niños tienen padre, ¿no?
—Alisha
tiene padre, claro —contestó ___________ mirando a Gordon. Era más fácil que
mirar a Tom—. No cuenta.
—¿Cómo
es eso?
—¡Gordon!—exclamó
Simone.
—Hay
ciertos temas que son personales.
—No
pasa nada —dijo ___________—. La verdad es que Frankie no es un padre
tradicional. No está presente en carne y hueso.
—Él se
lo pierde —comentó Gordon mirando a la niña.
Simone se
puso a recoger la mesa. ___________ vio que Tom la estaba mirando con
curiosidad. De súbito y se puso a ayudar a su madre.
—Tom,
dile a tu madre que la cena estaba maravillosa y que me voy fuera a mirar el
coche.
Tom
miró a sus padres. Allí había más de lo que parecía.
—¿Le
pasa algo al coche, papá?
Gordon
se encogió de hombros.
—No se
puede uno arriesgar si se quiere hacer un viaje de dos mil kilómetros.
Tom
dejó la servilleta sobre la mesa.
—¿Os
vais de viaje?
—Quién
sabe —contestó Gordon saliendo por la puerta.
Tom
terminó de recoger la mesa y fue a ayudar a la cocina, pero su madre no le
dejó, así que salió a acompañar a su padre.
—Así
que ___________ es la definitiva, ¿eh?
—No
sabía que se notara tanto.
Gordon
no era hombre de andarse con rodeos.
—¿Cuál
es el problema, entonces?
—Todavía
no lo sé —contestó Tom pensando en las contestaciones que ___________ había
dado sobre el padre de Alisha.
—Tengo
dos teorías sobre cómo tratar a las mujeres—comentó su padre.
Tom se
fijó en las dos cabezas que se veían por la ventana de la cocina.
—Ninguna
me ha dado resultado —continuó su padre doblado sobre el motor del coche.
Tom negó
con la cabeza y se dijo que entendía perfectamente por qué su madre había dejado
de hablar a aquel hombre.
—No
hagas caso a Gordon. A veces pregunta cosas que no debe —dijo Simone pasándole
a ___________ una fuente para que la secara.
—No
pasa nada —dijo ___________.
—En ese
caso, me atrevo a decirte que no entiendo cómo alguien, y menos su padre, es
capaz de no caer rendido a los pies de tu preciosa hija.
___________
se quedó mirando la bombilla y se perdió en sus pensamientos.
—Míralos.
¡Qué guapos son! —estaba diciendo Simone cuando ___________ volvió en sí.
___________
asintió. Era cierto. Tom era un hombre guapísimo y ahora que conocía a sus
padres sabía de dónde venía aquella belleza.
—Afortunadamente,
Tom no es tan cabezota como su padre.
___________
secó otro plato.
—Sin
ánimo de ofender... ¿Está segura de eso?
Simone
sonrió.
—Claro
que sí. Como dijo Eleanor Rooseveit, nadie te puede hacer sentir inferior sin
tu permiso.
—¿Es
por eso? —preguntó __________—. ¿Su marido la hace sentir inferior?
—¿Gordon?
No, claro que no. Él no es así.
—Entonces,
¿qué es lo que la está volviendo loca?
En ese
momento, Alisha se puso a lloriquear.
—¿Puedo?
—preguntó Simone. ___________ asintió y la mujer se secó las manos y agarró a
la niña.
—Yo no
he dicho que me estuviera volviendo loca.
___________ no creía que la madre de Tom fuera
a seguir con aquel tema de conversación, pero lo hizo.
—Es
como un gato.
—¿Perdón?
—Lo
tengo siempre encima. Me sigue en silencio sin que yo me dé cuenta. Me doy la
vuelta y ahí está. Antes, teníamos conversaciones interesantes. Hablábamos de
todo, de política, de la pena de muerte, del reciclaje...
___________
sonrió.
—Me
encantaba escucharlo —continuó Simone acariciándole la cabecita a Alisha—. Pero
me gustaba todavía más discutir con él.
—¿Ya no
hablan de cosas importantes?
___________
negó con la cabeza tristemente.
— ¿Y de
qué hablan?
—De casi nada. — Contestó la mujer con un hilo
de voz.
—¿Y,
aun así, sigue siguiéndola?
Simone
suspiró.
—La
semana pasada me hizo caer al suelo. Aquello fue la gota que colmó el vaso.
—¿Qué hizo?
—¿De
verdad lo quieres saber? —le preguntó Simone con los ojos llorosos.
—Cuando
quiera, pregunte a Tom sobre mis padres. Cada familia es un mundo.
Simone
suspiró.
—Me
dijo: «Simone, no has estirado bien las sábanas, como hacías antes».
—Madre
mía —dijo ___________. Simone asintió con amargura.
—Sí,
por lo visto en el ejército le enseñaron a estirar tanto las sábanas que si
tiraban una moneda rebotaba.
—¿Y
usted qué le dijo?
—Que si
tenía una moneda, claro.
___________
esperó.
—Y la
tenía. No te vayas a creer que no iba preparado, el hombre.
—¿Y?
—Le
dije que la lanzara.
Simone
miró a ___________ a los ojos.
— Se
quedó en mitad de la cama.
—¿No
rebotó?
Simone
negó con la cabeza.
—No.
¿Cómo iba a rebotar? ¿Quién necesita que reboten las monedas en su cama? ¿De
qué sirve? Se me quedó mirando con su cara de listo y le dije que esperaba que, a partir de entonces,
él y su monedita fueran muy felices en nuestra cama.
«Por
eso, duermen en camas separadas», pensó ___________.
—Esa
fue la última vez que hablamos del tema.
___________
pensó que aquella había sido la última vez que habían hablado. En ese momento,
entraron Gordon y su hijo. Alisha tenía hambre. Para cuando ___________
terminó de darle el pecho. Tom estaba diciendo que se tenían que ir.
___________
se quedó sorprendida cuando Simone la abrazó. Gordon no lo hizo. ___________ se
dio cuenta de que Tom no hablaba.
—¿Te
pasa algo Tom? —le preguntó ___________ durante el trayecto de vuelta a casa.
—Están
peor de lo que creía.
—¿Tus
padres?
—Sí.
Sky tenía razón. Mi padre lo está pasando fatal.
___________
pensó que su madre, también, pero supuso que Tom ya lo sabía.
—No
es tan grave como crees.
—¿Los
conoces de hace unas horas y ya sabes lo que les pasa? —preguntó Tom atónito,
parando en un semáforo.
—Que
tu padre le dijo a tu madre cómo tenía que hacer la cama.
—¿Cómo?
No creo que eso...
—Tu
madre lleva haciendo camas toda su vida, como para que ahora vengan a decirle
cómo las tiene que hacer.
—¿Es
solo por eso?
—Claro
que no.
—Pero
si me acabas de decir que sí.
—Tu
padre se acaba de jubilar y se aburre, así que se dedica a molestar a tu madre.
Necesita un proyecto. A los dos les vendría bien.
—Pero
si están jubilados —dijo Tom pensativo—. Debería ser el mejor momento de sus
vidas.
—Todavía
están a tiempo —apuntó ___________—, pero necesitan un proyecto de futuro. ¿No
me has dicho que los Kaulitz de aquí están pensando qué hacer con el dinero?
Tom
asintió.
—¿Quién
mejor que una profesora y un militar para administrar esos diez millones de
dólares con un buen fin?
—¿Te
refieres a montar una fundación o algo así? ¡Tienes razón! ¿Quiénes mejor que
mis padres? Claro que sí, con ese dinero y su talento, seguro que pueden hacer
algo útil. Tal vez, algo para los niños. Se lo voy a comentar a mis hermanos
—contestó Tom aparcando delante de la casa de ___________—. Eres brillante, buena
y preciosa —añadió abriéndole la puerta del coche.
___________
se disponía a sacar a Alisha del coche, pero Tom se le adelantó y la besó
lenta, profunda y apasionadamente. Para cuando terminó, ___________ estaba en
las nubes.
—Llevaba
toda la noche queriendo hacerlo —dijo él.
Tom
agarró a Alisha en brazos y ___________ los siguió hacia la casa. Tenía que
hablar con él. Quería que la volviera a besar. Al fin y al cabo, era una
mujer.
Chicas... sorry por no haber subido capi antes... pero mi abuelo se había puesto mal.. y tuve que partir al hospital con el.. además que ahora estoy en mis exámenes finales.. y cruzando los dedos.. para poder pasarlos todos con buenas notas... *-* .. y estare asi hasta el 20 de Julio.. ya que por fin estoy por salir de vacaciones... pero tendre que seguir trabajando xd jaja
Espero les guste este capi...
Se me cuidan
Bye =)
PD: Ya tengo lista la otra ficc.. y ya cree el Blog *-* solo me falta terminar esta y empiezo con la otra...
Awww me encantoo!!
ResponderEliminarGordon se pasaaa >.<
sii (tn) ya de una vez acepta a Tom *.* siguelaaa :D
No estoy muy ansiosa por saber de q tratara
Cuidateee mucha suerte en tus examenes :P
bye
amo a Tom en esta historia *w* es tan super tierno con TN y Alisha que no se me da ese no se que de ternura extrema.
ResponderEliminarno te preocupes, sube cuando puedas, mientras sigas subiendo todo excelente ;D
suerte en tus exámenes y nos leemos pronto
bye, cuidate
*-* que lindo el Tomichu!! Siguela!! Ahorita estoy con sueño por eso no ando inspirada pero si lo dejaba para mañana no me iba a acordar! Mejor corto que nada!! Ojala y tu abuelito este bien .. Siguela ya queremos saber de que trata la otra historia ;) adios
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