Tom abrió los
ojos sin saber por qué se había despertado.
El teléfono volvió a sonar.
Miró el reloj. Las tres de la madrugada. Un número desconocido. Alargó el brazo
y descolgó.
-¿Sí?
-Siento
molestarte.
Tom
dio un respingo.
-¿___________?
-Sí.
—¿Qué te pasa?
—A
mí, nada, pero necesito que me hagas un favor. .
—Dime.
—Tengo
que salir.
—¿A
las tres de la madrugada?
—Sí,
Mis padres se han vuelto a Chicago y no puedo llevarme a Alisha.
—¿Dónde
vas?
___________
no contestó inmediatamente.
—A
la cárcel.
—¿Qué?
—exclamó.
—Tengo que ir a sacar a un
cliente. No es lugar para una recién nacida. Como es viernes, mis dos amigas
más íntimas han salido. No sabía a quién llamar y, como ahora somos amigos. ¿Te
parece una faena terrible?
Eran amigos desde hacía menos
de una semana y sí, le parecía una terrible faena. No por él sino por ella.
No le hacía ninguna gracia que
tuviera que salir en mitad de la noche para hacerse cargo de un delincuente de
pacotilla.
—En diez minutos estoy ahí
—contestó comenzando a vestirse.
Tardó nueve y medio. Se pasó
todo el trayecto intentando dilucidar qué le iba a decir para convencerla de
que la cárcel tampoco era lugar para ella.
Era una noche
sin luna ni estrellas y en aquella parte de la ciudad no había alumbrado
eléctrico. Bajó del coche y fue hacia el porche.
—Qué
rapidez —dijo ella abriendo la puerta sin que le diera tiempo a llamar.
A pesar de la
hora que era estaba radiante.
—___________,
no me parece buena idea que vayas a la cárcel a estas horas.
—Sé
lo que hago, Tom.
—Son
las tres y cuarto de la madrugada. ¿No pueden esperar hasta las ocho? ¿Quién te
ha tocado esta vez? ¿Un camello? ¿Un conductor borracho?
—¿Me
vas a cuidar a Alisha o no?
—Te he dicho que sí, ¿no?
Punto y final. De momento.
___________ le dio unas cuantas instrucciones sobre biberones, leche, agua,
pañales, el dejó el móvil anotado y el número del pediatra de la niña.
—¿Cuánto
vas a tardar?
—Como
mucho una hora —sonrió ella—. Le estaba dando de comer cuando llamaron de la
cárcel, así que no debería volver a querer comer hasta dentro de dos horas. Te
agradezco mucho esto. Tom y sé que te debo una explicación — dijo metiendo sus
cosas en el bolso—. Técnicamente, este hombre es cliente del señor Walker,
pero como Cecil y su mujer no están en la ciudad, me lo han pasado a mí.
Tom sabía quién
era Cecil Walker. No lo conocía personalmente, pero sabía, como todo el mundo,
que llevaba ropa y gafas viejas no por descuido sino por falta de dinero porque
aquel hombre aceptaba siempre los clientes que no podían pagar.
Tom no sabía por qué le dolía
aquello, pero así fue.
Escuchó las últimas
explicaciones de ___________ sobre cómo comprobar la temperatura de los biberones
en la muñeca.
—¿Alguna
pregunta?
—¿Hay
alguna manera de convencerte para que no lo hagas?
Al
ver la mirada de ___________, comprendió que no.
—En
ese caso, buena suerte y, por Dios, ten cuidado.
—No
te preocupes, no voy a tardar.
—De acuerdo.
___________ le dio un beso a
la niña, se puso el abrigo, agarró el maletín y salió por la puerta. Tom oyó
el motor y vio las luces alejarse.
Se preguntó qué iba a hacer
hasta que volviera. Encendió el televisor. Cuando el programa se estaba
poniendo interesante, oyó los primeros lloros de Alisha. En pocos segundos,
estaba llorando a pleno pulmón.
La tomó en brazos, pero nada.
Se paseó arriba y abajo con ella, pero lo único que consiguió fue que le
chillara en el oído.
___________ le había dicho que
le acababa de dar de comer, así que no podía tener hambre. Tal vez se hubiera
hecho pis. Hizo una mueca de disgusto al pensar qué más podía acompañar a ese
pis. La puso sobre el sofá y le abrió el pañal. Completamente seco y limpio.
Por desgracia, al quitárselo lo había dejado hecho unos zorros, así que no iba
a tener más remedio que ponerle otro. Para cuando lo consiguió, la niña
berreaba como una loca y él estaba sudando.
—La
primera vez que te tuve en brazos, no llorabas así —le dijo acunándola de
nuevo.
Alisha
se calmó un poco. Cuanto más le hablaba y andaba, mejor.
—Buena
chica —le dijo mirando el reloj.
¿Solo
diez minutos? ¡Hacía solo diez minutos que ___________ se había ido!
Se
dijo que no había motivos para sentir pánico. Así se lo dijo también a Alisha.
No era para tanto. Solo unos cincuenta minutos más.
Aquello
de los bebés era mucho más difícil de lo que parecía.
___________
se estremeció de frío de regreso a casa. Estaba casi amaneciendo. Sacar al
cliente de Cecil había llevado más tiempo del que había creído.
Supuso
que Tom le iba a bombardear a preguntas en cuanto entrara por la puerta. No
podía revelar información. Al fin y al cabo, él era el juez y el cliente tenía
derecho a un juicio justo.
Bostezó y aceleró. Nada más
llegar a casa, vio que las luces de la cocina y del salón estaban encendidas.
No supo si interpretarlo como una mala señal.
La niña era un cielo durante el día, pero no
durante la noche.
Entró por la puerta de atrás. Todo estaba en silencio.
Fue de puntillas hacia el salón.
Había varios pañales por el
suelo y el biberón del agua tirado sobre la mesa. Al acercarse al sofá, los vio
a los dos durmiendo.
Tom estaba tumbado con el
cuello en una postura que no parecía muy cómoda y las piernas dobladas porque
no le cabían. Tenía las manos sobre la espalda de Alisha, que dormía plácidamente
sobre su pecho.
___________ sintió una oleada
de cariño. Se acercó un poco más y apagó el televisor. Se inclinó sobre el
sofá e intentó agarrar a Alisha, pero no pudo. Comenzó a apartar cuidadosamente
los dedos de Tom.
Lo miró y se encontró con sus
ojos abiertos y recorriendo su cara, sus labios, su cuello y más abajo.
Obviamente, le estaba gustando la vista.
Debería haberse incorporado,
pero, de alguna manera, sus manos terminaron encontrándose.
SU mano
era muy pequeña al lado de la de Tom.
—Voy a
meter a Alisha en la cuna —susurro Tom quitó la mano que tenía sobre la niña,
pero no la que tenía con la de ___________.
—¿Qué
hora es?
—Las
cuatro y media.
Sus
ojos se encontraron.
—He
tardado un poco más de lo que había previsto —le aclaró sintiendo que se
derretía por dentro ante su mirada—. La niña te ha dado la noche,¿eh?
Tom
sonrió y la acarició la muñeca por dentro.
—¿Todas las noches son así?
—Últimamente,
sí. ¿Cómo has conseguido dormirla?
—
He llamado a mi madre —confesó.- ___________ sonrió.
—¿Y
ha venido?
Tom
negó con la cabeza.
—Me
ha ido diciendo por teléfono lo que tenía que hacer.
—Agradéceselo
de mi parte.
Tom
se encogió de hombros.
—Ha
contestado desde la habitación de invitados, así que mis padres ya ni duermen
juntos — le dijo sin saber muy bien por qué compartía aquello con ella.
—¿No
le ha importado que la despertaras en mitad de la noche?
—No,
si puede conocer a Alisha.
___________
sonrió.
—No
hay problema.
—Se
lo diré. ¿Son imaginaciones mías o Alisha llora más fuerte por las noches? —preguntó
Tom incorporándose un poco.
___________
volvió a sonreír.
—Según
los libros que he leído, es por la ansiedad que les crean las separaciones.
—¿Es
grave?
___________
se encogió de hombros.
—Por
lo visto es normal y no se puede hacer nada.
—¿En serio?
___________
se volvió de encoger de hombros.
—Dicen
que echan de menos estar dentro de la madre, donde se encuentran mucho más seguros.
—¿De
verdad hay gente que se dedica a escribir esas cosas?
—No te
lo puedes ni imaginar. Hay expertos para todo. He descubierto que, a veces, se
equivocan. Por ejemplo, en el caso de Alisha, ¿por qué le iba a dar la
ansiedad solamente por la noche?
—No
creas todo lo que lees —le aconsejó Tom.
___________
se incorporó por fin y agarró a la niña. Alisha no dijo ni pío cuando la metió
en la cuna. Tom no sabía si los expertos dirían que estaba agotada de tanto
llorar, pero sí sabía lo que le estaba pasando a él. Eso no necesitaba que se
lo dijera ningún experto.
Se
levantó rápidamente del sofá y miró a su alrededor. Lo había puesto todo
perdido, así que comenzó a recoger.
—¿Tus
padres tienen problemas matrimoniales? —le preguntó ___________ al volver.
—Más o
menos.
—¿Cuánto
llevan casados?
Tom
no quería hablar de sus padres, así que no contestó. Tenía algo mucho más
divertido en mente.
—¿Te da miedo que se divorcien? —insistió ___________.
—Mi
madre prefiere matarlo. De divorciarse, nada. — murmuró Tom—. Sé de una que
seguro que la defendería.
___________
se rió desde la otra punta de la habitación. Tom se preguntó cómo sería oír
aquella risa en un contexto mucho más apasionado. ___________ lo miró de
repente y lo pilló mirándola.
Tom
se acercó a ella.
—Tom,
no...
—¿Qué?
___________
tragó saliva.
—Dijimos
que éramos amigos.
Tom asintió.
—Estaba
dispuesta a ser tu amiga.
—¿Estabas?
___________
se mojó los labios.
—Estoy
dispuesta a ser tu amiga.
—¿Sientes
esta atracción por todos tus amigos?
—No
—contestó ella—. ¿Y tú?
—Tampoco.
Tom
sabía que debía irse antes de que ___________ le parara los pies.
—¿A qué
hora te paso a recoger mañana? Bueno, más bien hoy. ¿A qué hora os recojo a ti
y a la niña para ir a ver a mi madre? Has dicho que podías, ¿no?
—Sí,
supongo que lo he dicho, pero...
___________ estaba alucinada.
—Duerme
un poco. Ya quedaremos luego.
___________
no entendía nada. Tom se alegró de estar acostumbrado a ser un muro
impenetrable en los juzgados. También le servía para su vida personal.
Se fue
convencido de que sentía por ___________ algo más que una simple amistad.
—¡Tom!
¿Pero es que no tienes teléfono? — dijo ___________ a las dos de la tarde.
Tom
había aparecido sin avisar, como siempre.
—¿No me
dijiste que tenía que ser más espontáneo? —dijo divertido.
—Si me
hubieras llamado, te habría dicho que no estoy preparada. No podemos ir hoy a
casa de tus padres.
Buena
excusa para no verlo.
—No he
venido por eso.
—¿Ah,
no? ¿Entonces?
Buena
pregunta. Tom la observó detenidamente. Estaba pálida y con unas terribles
ojeras. Lo había ideado de vuelta a casa a las cuatro y media de la madrugada.
—He
pensado que te vendrían bien unas vacaciones.
—¿Cómo?
—El
agotamiento te está dejando sorda.
___________
le sacó la lengua.
—He
pensado que te vendría bien que me llevara a mi ahijada una horita.
—¿A tu
ahijada... ?
—
Estás agotada. Te vendrá bien —la interrumpió Tom.
— ¿De
verdad te la quieres llevar?
Tom
asintió y ___________ se sintió encantada. Se preguntó si lo de la ahijada
había sido una broma. Al fin y al cabo, ella no le había pedido que fuera su
padrino. Había sido su padre, pero Tom no podía creer que...
Bueno,
aparte de eso, sentía curiosidad por la oferta de Tom.
—¿Y
qué vas a hacer tú con Alisha durante esa hora?
—Dar
una vuelta en coche. Es sábado y hace una tarde bonita. También me la puedo
llevar a casa y contarle los últimos cambios del código penal. Cuando no está
llorando como una bestia, sabe escuchar.
___________
disimuló un bostezo.
—Cierto.
¿Y si te ve alguien? ¿Qué vas a decir?
—La
verdad.
—¿Sí?
—Sí,
que unos extraterrestres la dejaron en la puerta de casa.
___________
sonrió.
—No, en
serio.
Tom la
miró fijamente a los ojos.
—No
mentiría, ___________. Valoro demasiado la sinceridad.
— ¿Y yo
qué hago durante una hora?
—¿Presentarte
a las elecciones al Congreso?
___________
entornó los ojos.
.
—No, en serio, ¿Qué tal echarte una siesta? Era una idea excelente.
—¿Tienes
más biberones? Sé dónde están los pañales. Los he visto esta noche. ¿Qué más me
tengo que llevar?
___________
contestó a sus preguntas y a cien más que se le ocurrieron a ella. Le agradecía
mucho que pensara en ella y confiaba en él para cuidar de Alisha, así que se la
dejó. La metieron en su coche y se encontró diciéndoles adiós.
Se
metió en casa y se estremeció al recordar la mirada de Tom cuando le había
dicho que valoraba la sinceridad. Ella, también, pero...
Se
quitó los zapatos y se metió en la cama. Tenía que hablar con él cuando
volviera. De momento, tenía una hora entera...
Sintió
que se le caían los párpados y que su cuerpo comenzaba a relajarse. En una hora
tenía que hablar con Tom de...
Algo...
Chicas.. espero les guste el capi...
Si tengo que decirle que en esta ficc no habrá nada de 1313 xd... ya que esta ficc.. es todo lo contrario a las demás.. ya que en esta... Tom y TN si tienen un flechazo de inmediato.. pero espero que igual les guste...
Las Quiero
Bye =)
No importa q no tenga 1313 hahahaha igual me encntaa yo quiero saber como terminarn si (tn) ya no se hace de rogar y acepta a Tom..
ResponderEliminarM enxantoo el capitulo Alisha los mantiene unidis *.* siguelaa.
Bye cuidate :D
ohhh!! tranquileshon xD puedo aguantarme sin leer 1313 jajajaja ok no ._., muy buena la historia, siguela xD
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